«Ustedes son la luz del mundo:
¿cómo se puede esconder una ciudad asentada sobre un monte?» (Mateo 5, 14).
Día 10 | Hoy pídele a Dios descubrir la luz que brilla en ti
“Hay una luz en ti que los otros no llegan a ver; quizás porque tú mismo aun no la has descubierto. Cuando comiences a prestar atención vislumbrarás la luz de Dios que hay en tu interior; entonces la cuidarás, la alentarás, Dios la hará crecer y ella iluminará a quienes te rodean.”
— Padre Gustavo Jamut
Hay una historia que habla de dos perritos que se perdieron en los terrenos de una antigua feria… el primero, gruñón y malhumorado, entró a La Casa de los Espejos y se encontró en una gran sala rodeado de muchos perritos… los miró… y vio que todos lo miraban fijamente, con el ceño fruncido, retándolo… se sentía amenazado por la actitud de aquellos… gruñó y los perritos le gruñeron de vuelta… cuando finalmente salió, pensó que aquel era un lugar horrible al que nunca quería volver a entrar… el segundo perrito también entro en la gran sala y también se encontró rodeado de muchos perritos… pero este, a diferencia de su compañero, era un perrito feliz y juguetón… así que comenzó a mover su rabito y a saltar de alegría… los demás perritos hicieron lo mismo, moviendo sus colitas y saltando alegremente… cuando salió, pensó que aquel lugar era maravilloso y sin duda tendría que regresar alguna vez…
He querido compartirles este cuento porque los seres humanos nos parecemos mucho a los dos perritos de nuestra historia… reflejamos aquello que tenemos en nuestro corazón… si somos gruñones y malhumorados lo reflejaremos a las personas que nos rodean… si nos sentimos felices y en paz, reflejaremos nuestra alegría a los demás… si estamos sumidos en el pecado o nos encontramos alejados de Dios, reflejaremos oscuridad… si hemos cultivado nuestra relación con el Señor y caminamos por su senda, brillaremos con la luz de Cristo…
Hace unos días veíamos que en el bautismo recibimos las tres virtudes teologales: fe, esperanza y caridad… pero ese día también recibimos el mayor y más extraordinario de todo los dones… recibimos a Dios mismo en la persona del Espíritu Santo… desde ese día, fuimos adoptados como “hijos”… y nuestros cuerpos se convirtieron en templos vivos donde habita el Altísimo…
Pero no basta con haberle recibido… tenemos que ser conscientes de su Presencia en nosotros… tenemos que mantener la “casa” de nuestro corazón limpia y en orden… tenemos que conversar con Él… escucharle y ser dóciles a su acción en nosotros… cuando cooperamos con su gracia, comenzamos una transformación interior sin precedentes…
De seguro has escuchado muchas veces que el Espíritu Santo nos santifica o es el Santificador, pero te has preguntado qué significa eso… Él tiene una misión preciosa… se trata de ir formando a Jesús en nosotros… o, dicho de otra manera, de irnos convirtiendo en pequeños “Jesuses”… de eso se trata la santidad… de ser como Jesús… pensar como Jesús… actuar como Jesús… vivir nuestra vida como Jesús la viviría… e iluminar al mundo con la luz de Jesús que brilla en nuestro interior…
Comentarios
Menos mal ya me salio donde yo te digo: Hoy tehas superado con tus comentarios.
Si yo tengo sed de Jesus y desearia estar mas cerca de Jesus y ahora con lo que tú me dicesme siento mas conforme, si quisiera hablar como Jesús y ser como el quiere que yo sea pero no como Él pues el es el hijo de Dios y eso no puede se jamas por desgracia nuestra y yo soy felic si al menos pudiera ser como Él quiere que yo sea .Si es posible pidan a Jesús por mi por que yo sea como Jesus quiera que yo sea. Si todo esto esta escrito desde que se hizo el mundo, cuanto me gustaria saber que va aser de mi frente al amor de Dios y si esto se puede cambiar que sea para yo estar junto a Jesús amandole con mi corazon. Amen Amen
José Cesar
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