La alegría del perdón | Quererse a sí mismo 1

La alegría del perdón | Quererse a sí mismo 1

No sólo basta perdonarse a sí mismo y sentirse renovado con la gracia del perdón de Dios. Hace falta reconciliarse con nuestra propia imagen, porque, lamentablemente, hay demasiada gente que no se gusta a sí misma y le echa la culpa a Dios o quizás a sus padres. Hay personas que pasan por alto sus cualidades y sólo ven sus defectos, teniendo una pobre autoimagen de sí mismos, con la consiguiente baja autoestima. No faltan quienes están hablando continuamente de los defectos de los demás, como si quisieran así justificar su propio complejo de inferioridad. Otros se comparan con los otros y se ven inferiores; o se proponen metas irreales en la vida, que, al no poder cumplirlas, les hacen sentir fracasados.

Con frecuencia, se ven personas que no aceptan elogios ni cumplidos, pues creen que los dicen por cumplir o que sólo se los dicen para halagarlos, pero con falsedad y no con sinceridad. Si alguien les dice:

– ¡Qué vestido tan lindo tiene usted!

– Sí, pero ya es viejo, responderá.

– ¡Qué bien ha hablado usted hoy!

– Sí, pero se me olvidó un punto muy importante…

La autoimagen que uno tiene de sí mismo puede deteriorarse por la influencia negativa de los que lo rodean. Una esposa puede sentirse menospreciada, cuando su esposo la compara con otras mujeres y le dice que es gorda, desordenada, sucia, mal vestida o que no sabe cocinar como la suegra. Una esposa puede humillar a su esposo, diciéndole que es incapaz de tener un trabajo mejor, que el vecino está en mejor situación económica o que está viejo y le da pena, porque no sirve para nada.

Ciertamente, existen mujeres muy bellas, que pueden sentirse feas; y hombres hermosos, que pueden sentirse inferiores; mientras que otros menos atractivos tienen más confianza en sí mismos y tienen una buena autoimagen y una fuerte autoestima. Esto depende, muchas veces de cómo han sido educados de niños. Si uno de los padres le dice frecuentemente al niño: Eres un estúpido, perezoso, tonto, gordinflón, flacuchento, inútil… probablemente ese niño va a crecer con una pobre autoestima. Burlarse de los niños es algo que hiere, desgarra, apuñala por dentro. No hay que permitir que otros niños o sus hermanos se burlen del niño menos dotado o que tiene algún defecto físico. Hay que valorarlo como persona y ensalzar sus cualidades. Por eso, los padres deben decir a sus hijos todos los días que los aman y elogiarlos por sus cualidades y buenas acciones. Pero la realidad es que, en la mayoría de los casos, los padres critican mucho y elogian poco.

Uno de los casos más tristes se da cuando los niños son abusados sexualmente por algún miembro de la propia familia. Este tipo de atropello tiene un gigantesco impacto negativo en su persona y ocasiona profundas heridas emocionales. Este abuso es como una pesadilla sicológica, que afecta toda su vida futura. Pero hay muchas otras cosas que tienen un profundo impacto negativo en su autoestima y en su comportamiento, como puede ser el divorcio de sus padres, el haber sido indeseado, el sentirse frustrado con su sexo, porque sus padres deseaban una niña (o al revés), el haber vivido en un hogar con continuas peleas entre los padres, el tener un padre alcohólico, el haber sido adoptado sin saber quiénes fueron sus padres reales, el haber vivido con los abuelos sin sentir nunca el amor de sus padres…

También puede influir mucho el haber hecho algo de lo que uno se avergüenza profundamente, quizás haber ocasionado un accidente o incendio o haber hecho un grave daño a alguien en un momento de irresponsabilidad o imprudencia. Por eso, es importante que, aun en los peores casos de poca autoestima, sepamos dar amor y ánimo a los niños. Si los niños no se aman a sí mismos tal como son y no se aceptan a sí mismos, difícilmente aprenderán a amar de verdad a los demás; pues hay algo roto en su interior. Tienen un vacío de amor y hay que llenarlo, dándoles amor. También hay que hacerles creer que Dios sí los ama y siempre los ha amado y siempre los amará así tal como son, pues así los ha querido y los seguirá queriendo por toda la eternidad. Y, si Dios los quiere así, ¿por qué ellos no pueden quererse?


Del libro “La alegría del perdón”, por el Padre Ángel Peña… puede descargar este y otros de sus libros en autorescatolicos.org/angelpena.

Comentarios

  1. Meaparecido en general muy bien vuestra explicaciones pero cada uno tenemos en nuestras vidas nuestros problemas muy en particular y cro dificil solucionarlos. Si yo me entrgo a Dios y le dego no quero esalibertad que tengo en mi vida y quiero que tú Jesús me lleves , y yo no haga mas que tú deseo en cada momento que mi cabeza este atu disposicion yo renuncio a todo y solo deseo ser tú amigo y no quiero disgustarte ayudame a comprender lo que devo de hacer y necesito tu ayuda siempre. Y despues de esto en mi vida me han ocurrido cosas malas y menos buenas.y siempre pidiendo perdon.He sufrido muchas cosas malas enfermedades y operaciones 6 de quirofano y ahora tengo dolores, ya nose se seran penitencias de mis antepasados o mias Yo necesito ayuda deun buen sacerdote que me ayude ylos que yo concia ya murieron y ahora no tengo a nadie.
    Rumualdo tú me ayudas con tus escritos pero necesito mas que arregle mi cabeza y mi alma.
    .Hoy todo el mundo esta ocupado y tiene mas delo que pueden hacer,Que Dios me ayude, Amen.Si puede ya me contestaras un abrazo de José Cesar.-

    Jose Cesar

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