Ustedes son el Cuerpo de Cristo

Hay muchas cosas interesantes en la conversión de Pablo. Hace unos días veíamos el acontecimiento sobrenatural: su “caída”. Y veíamos que Jesús no hace distinción entre la Iglesia –los cristianos perseguidos por Pablo– y Él mismo, cuando le pregunta: «¿Por qué me persigues?»

A renglón seguido, Jesús envía a Pablo a Damasco, donde le dirán lo que tiene que hacer… y Pablo obedeció y fue. Es interesante lo que nos dice este texto. Pablo, sin duda alguna, escuchó la voz del Señor. La escuchó tan fuerte y clara que «cayó en tierra» y su vida fue transformada. Sin embargo, Pablo no se lanza a fundar su propia iglesia basada en su experiencia de conversión, sino que espera a que un miembro de la Iglesia establecida le instruya y le diga lo que tiene que hacer.

Tanto en el libro de los Hechos como en sus cartas, encontramos muchos textos donde Pablo reconoce la autoridad e importancia de la Iglesia. Tan así que a su amigo Timoteo le dice que ésta es «columna y fundamento de la Verdad».

Entre todos esos textos, hay uno de ellos donde Pablo elabora toda una teología sobre la Iglesia como el Cuerpo de Cristo,

Así como el cuerpo tiene muchos miembros, y sin embargo, es uno, y estos miembros, a pesar de ser muchos, no forman sino un solo cuerpo, así también sucede con Cristo. Porque todos hemos sido bautizados en un solo Espíritu para formar un solo Cuerpo –judíos y griegos, esclavos y libres– y todos hemos bebido de un mismo Espíritu.

El cuerpo no se compone de un solo miembro sino de muchos. Si el pie dijera: «Como no soy mano, no formo parte del cuerpo», ¿acaso por eso no seguiría siendo parte de él? Y si el oído dijera: «Ya que no soy ojo, no formo parte del cuerpo», ¿acaso dejaría de ser parte de él? Si todo el cuerpo fuera ojo, ¿dónde estaría el oído? Y si todo fuera oído, ¿dónde estaría el olfato?

Pero Dios ha dispuesto a cada uno de los miembros en el cuerpo, según un plan establecido. Porque si todos fueran un solo miembro, ¿dónde estaría el cuerpo? De hecho, hay muchos miembros, pero el cuerpo es uno solo. El ojo no puede decir a la mano: «No te necesito», ni la cabeza, a los pies: «No tengo necesidad de ustedes». Más aún, los miembros del cuerpo que consideramos más débiles también son necesarios, y los que consideramos menos decorosos son los que tratamos más decorosamente. Así nuestros miembros menos dignos son tratados con mayor respeto, ya que los otros no necesitan ser tratados de esa manera. Pero Dios dispuso el cuerpo, dando mayor honor a los miembros que más lo necesitan, a fin de que no haya divisiones en el cuerpo, sino que todos los miembros sean mutuamente solidarios. ¿Un miembro sufre? Todos los demás sufren con él. ¿Un miembro es enaltecido? Todos los demás participan de su alegría.

Ustedes son el Cuerpo de Cristo, y cada uno en particular, miembros de ese Cuerpo.

1 Corintios 12, 12-27

Después de esta bastante larga introducción, veamos brevemente lo que esto significa para nosotros…

De seguro has escucha a alguien decir “yo creo en Dios, pero no creo en la Iglesia”. O tal vez esta que dice “soy católico, pero a mi manera” (que dicho sea de paso, es la manera más fácil de no ser católico). O una frase que está muy de moda actualmente: “Dios es relación, no religión” (entiéndase “iglesia” por “religión”). Pues Pablo, en el pasaje que veíamos hace un momento, nos dice que eso no funciona así. Si somos de Cristo, si queremos ser sus discípulos, si decimos que le seguimos, tenemos, por necesidad, que pertenecer a su Iglesia. Dicho a lo Pablo, tenemos que ser miembros de su Cuerpo.

Pablo nos dice algo más… el comportamiento de los miembros afecta a todo el Cuerpo. Cuando nosotros caemos o fallamos como católicos, afectamos con nuestras acciones a toda la Iglesia. ¿Cuántas veces no hemos visto que se juzgue a toda la Iglesia por el error de un sacerdote? ¿O por el antitestimonio de supuestos “católicos”? De la misma forma, cuando reflejamos el Amor de Dios en nuestras acciones, también afectamos el Cuerpo, dando testimonio de la Presencia de Cristo en medio de su Iglesia. Juan Pablo II y Madre Teresa de Calcuta son sólo dos ejemplos de los miles y miles de santos que hablan sobre la santidad de la Iglesia. Esto es uno de los aspectos de la “comunión de los santos”, donde todos los miembros de la Iglesia (peregrina, purgante y triunfante) interaccionan unos por otros para la salvación de todos.

Pidámosle al Señor tener conciencia de que formamos parte de su Cuerpo, para que nuestros sentimientos, palabras y acciones sean siempre reflejo de la santidad de su Iglesia.

Comentarios

  1. Querido hermano Romualdo, recibe un gran saludo fraterno deseando siempre que la gracia y paz de nuestro Señor Jesucristo esté contigo.
    No puedo estar yo más de acuerdo en lo que escribes, y tal vez agregarle, si se puede debido a que se que está implicito, el siguiente comentario;
    Todos tenemos nuestro encuentro con el Señor “camino a Damasco”, y todos escuchamos su voz aun cuando no lo vemos, pero no todos buscamos que se nos enseñen, como despues poder ver al Señor, asi que en vez de recibir la vista espiritual como Pablo la recibió cuando fué a él Ananías, la gente prefiere seguir siendo ciega. Pero tengo que pedirle al Señor en este momento que me libre de querer juzgar a alguien con mi comentario, pues más que eso quisiera exhortar a que se reflexione sobre este punto tan interesante.
    La conversión de Pablo al Señor, es un ejemplo claro de que al Señor no le importan tus obras, sino tu fe en El, el querer servirle en espiritu y en verdad, en no disfrazarte pretendiendo engañar a Dios, sin saber tal vez, que Dios no puede ser burlado. Si Pablo siendo un hombre instruido a los pies del gran Gamaliel, y con todo el conocimiento que tenía, aún estaba errado, ¿Que será de aquellos que nisiquiera se preocupan en leer la biblia?
    Ciertamente para algunos es preocupante como cada día encontramos nuevos movimientos religiosos en él mundo, todos dicen estar sustentados por el Señor y su Palabra, colocan las escrituras en un plano tan creíble, que muchos caen en estas religiones, doctrinas, tendencias o como quiera que se llamen.
    Pero el Señor nos advirtió acerca de estas cosas (Mateo 24) y más aún que es necesario que acontezcan, de manera que es inevitable que esto suceda, y les digo la verdad, que a mi me reconforta saber que estas señales se están dando, porque sé que la Palabra de Jesucristo no es una mentira, sino una verdad que se mantiene inmutable a pesar del tiempo humano.
    Mucha gente nos dice a nosotros los cristianos evangélicos, que ya estan cansados de escuchar que Cristo viene, y nos preguntan ¿cuando viene?, pero la biblia dice que aún ni los angeles del cielo lo saben, solo nuestro Padre celestial, y yo sólo se que el viene, porque el no retarda su promesa como algunos tienen por costumbre.
    Romualdo, tú sabes que desde que escribo en tú pagina, he respetado siempre la fe de cada quien, asumiendo que Cristo es quien nos juzga, él dijo: “Toda potestad me a sido dada en la tierra y en el cielo”. Y en todo me he cuidado de no malversar lo que Dios nos enseña, en mi iglesia enseño a tener responsabilidad en las cosas que pensamos, decimos y hacemos, porque de cada una daremos cuenta al Señor, pero es verdad que en el tiempo muchos se han dado como instrumento del diablo para poner en tela de juicio la fe y la integridad moral de nuestras iglesias, y que esto daña nuestra buena imagen, sí es cierto, pero Dios sabe todo lo que hay en nuestros corazones, sabe que hasta hoy hemos tratado de ir en caminos de rectitud y de su justicia, y que más tarde que nunca, “Yo pagaré dice el Señor”.
    Yo no enseño a lós que el Señor me dió, a ser idolatría, ni hechicerías, ni adivinos, ni a que piensen que ellos mismos tienen algún poder sobrenatural, porque el único poderoso es Dios, quien todo lo puede, se tambien, según lo que mes has dicho que la iglesia catolica no enseña estas cosas, sin embargo muchos católicos piensan que es correcto hacer idolatria, adorando imagenes y similares, porque aún están ciegos, porque la iglesia catolica no les ha enseñado a su grey que esto, es abominación a Dios, tengo entonces que recordar la palabras de Dios a Ezequiel 33-3 en adelante.
    El mismo Pablo dijo: Todo me es lícito, más no todo me conviene; todo me es licito, mas no todo edifica”. Las personas piensan que un cristiano evangelico se la da de santo, porque no bebe o fuma o no tiene vicios, piensan que no sentimos y que somos indolentes porque no lloramos o no nos desesperamos ante alguna situación contradictoria en nuestras vidas, y no se trata de eso, se trata de que hay un testimonio que debemos dar, primeramente ante Dios, ante los hombres.
    Esto lo digo yo, no lo dice la iglesia evangelica, si yo buscara otro medio para buscar a Dios, otra manera de relacionarme con él, y este nuevo modo hace que muchos se aparten y vayan por caminos de perdición, ¿No es preferible que yo anule inmediatamente esta nueva doctrina, antes de que las almas se pierdan?
    Yo enseño a los creyentes a ir a Dios a travez de nuestro Señor Jesucristo, porque no hay mas mediador entre Dios y los hombres, que Jesucristo hombre.
    Con todo esto hermano mío quiero decir, que mientras las personas no busquen orientacion de otros que ya conocemos un poco las cosas del Señor y sus propositos, la ceguera siempre va a estar allí, las escamas no se caerán, podrán tener todos los encuentros con el Señor, pero si no buscan a las personas correctas, serán condenados irremediablemnte.
    Pablo no sólo cayó y quedo ciego, sino que reconoció en Ananías a un verdadero servidor de Dios, también al mismo tiempodesidió poner las manos en el arado y seguir a Cristo, por lo tanto no basta el encuentro, sino disponer nuestro corazón y seguir verdaderamente a Dios como el lo exige.
    Dios te bendiga y gracias por tu tiempo

    Un gran abrazo
    Cristo te ama

    Pablo Rodríguez
  2. Ay, Soraya, tú me ves con los ojos del corazón… tratamos de hacer lo que podemos y el Señor suple lo que falta, que es la mayoría… lo importante es hacernos disponibles para que Él pueda obrar a través de nosotros… tú sabes a lo que me refiero porque el Señor te usa con poder… un abrazo y que Dios te bendiga!!!

    Romualdo
  3. Gracias Romualdo… tus palabras son reflejo del amor de Dios y confirmas con tu ejemplo que debemos ser parte activa de su Cuerpo y que cada uno es necesario en el plan de Dios.
    Que Viva Cristo Rey su Iglesia!

    Soraya

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