En febrero de 2006 se invitó a los directores y productores de películas a participar en la edición número 56 del Berlin International Film Festival, una competencia de filmes cortos. El tema sería: comida, sabor y hambre.
3,600 directores de todo el mundo se dieron cita a esta competencia, de entre los que se escogieron solamente 32 filmes para proyectarse en el Berlinale Talent Campus. El film de Ferdinand Dimadura sobrepasó la competencia, siendo premiado como el Filme Corto Más Popular.
Chicken a la Carte habla del hambre y la pobreza. Habla de una parte olvidad de la sociedad, donde hay personas que sobreviven gracias a la “basura” que otros desechan. Según el film, cada día mueren 25,000 personas alrededor del mundo por hambre y malnutrición. Lo que es sorprendente, lo que debería servirnos de inspiración, es cómo estas personas han logrado mantener la esperanza y la espiritualidad a pesar de la forma cómo les ha tocado vivir.
«Porque tuve hambre, y me disteis de comer; tuve sed, y me disteis de beber; era forastero, y me acogisteis; estaba desnudo, y me vestisteis; enfermo, y me visitasteis; en la cárcel, y vinisteis a verme» (Mateo 25, 35-36).
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